►¿Estas viviendo la vida como al principio? Me preguntaron en una canción. El tiempo es todo, decía varias veces. Sentí como me iba acorralando con mis propias preguntas. Ya encerrado, prefería quedarme escuchando algún disco olvidado por ahí, charlando repetitivamente, instintivamente, consumiéndome en las mismas mentiras de siempre. Me sentía un turista de mal humor. Odiaba todo, hasta que escuche como se encendieron las trompetas de la última estrofa; la vida se volvió vida por esos segundos. Renació el amor, ese que toca el pecho, que revuelve la panza y da escalofríos. Me acordé de cuando mi mama me llevaba al jardín, de cuando le di el primer beso a la chica que me gustaba, de cuando jugaba con mi perro en el patio, cuando quise hacer un viaje a la luna. Todo se volvía eterno, casi resplandeciente de la oscuridad que borraba lo malo.
Y ahí, en el medio de tanta belleza estaba yo. Reviviendo el momento en que un drogado me dijo que la vida era solamente los instantes en que uno es feliz. No pude hacer nada más que poner repeat y acostarme a dormir. Esa noche me morí feliz; las trompetas adornaron mi funeral. Todo fue amor y belleza, el fin de mi vida, un espejo del comienzo, un asesinato a la verdad, pero, ¿a quién le importa la muerte en medio de tanta alegría? Así, deseé morir toda mi vida.