► Cuando volví, no me tome el tiempo necesario para mirar hacia adentro y encontrar la calma que necesitaba, contrariamente, deje que las acciones me dominaran otra vez, desechando así muchas horas apretando la cara contra la almohada, quien era la única que realmente me conocía. Me distraje una y mil veces fijándome si ya se había calentado el agua de la pava, haciendo mas obvios mis nervios y mi inquietud. Trate esos últimos 5 minutos (aunque sin saber que serian los últimos) de estirar cada palabra lo mas posible, de capturar cada instante en mi memoria, de devolverle cada gesto con uno consiguiente mío, en muestra de aprobación o atención. Me encargue de que no se diese cuenta de mi situación, como si lo que hacia no la estuviese desaprovechando. Me esforcé para no parecerme a quien antes abría sido el que lo arruino todo, evitando cada error que previamente había sido memorizado, visualizando a esa persona que ella quería, intentando copiarla. Pero llegaba el momento de hablarle, de mirarla directamente a los ojos, desviando la mirada hacia su boca... entonces todo moría antes de poder pensar en ello, y me callaba, arruinando así el momento, matándola. Tenía bien en claro lo que ella quería, estar viva, aunque sea esa noche, poder terminar lo que alguna vez empezó, y terminarlo cuantas noches a solas nos queden, pero no, me domino de nuevo y falle, tirando a la basura toda la meditación previa.
La secuencia se repitió una o dos veces mas asta que llego la hora de irse, sabiendo que deseaba quedarse un rato mas, por lo menos esta vez lo deseaba, lo se porque me lo dijo, mirándome de esa manera especial que los dos entendíamos. Abrí la puerta, despedida, y otra vez en mi mismo, en mi cama, mi almohada y mi confusión. Entendía que me esperaba una larga noche pensando en lo que hice mal, creando en mi mente todas las posibles resoluciones a los momentos en que callé, y teniendo en cuenta que ya era tarde, que seguramente en este instante este mandándole un mensaje de texto a esa persona que no se queda callada, que la hace reír, que la besa y que ella cree que ama...


PD: -Mientras pueda pensar, voy a seguir quedándome callado-